Este año 2020, se cumplirán 550 años del nacimiento de Juan de Castillo.
Juan de Castillo, nace en noviembre de 1470 en Castillo Siete Villas, en la Merindad de Trasmiera. La muerte le llega en Portugal, concretamente en Tomar, donde llevaba a cabo su trabajo en el Convento de Cristo, en 1552.
A pesar de ser reconocido en Portugal como el más grande arquitecto de la época y uno de los más grandes del S.XVI en Europa, único arquitecto que ha dejado su impronta en cinco monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, sigue siendo el gran desconocido en su País y en su tierra, Cantabria.
Durante mucho tiempo fue considerado como un artista de origen portugués bajo el nombre de Joäo de Castilho, por ser en Portugal donde desarrollo la parte más destacada de su obra.
LA TRASMIERA
La Merindad de Trasmiera en la "Edad Moderna", momento en que nace Juan, era un territorio con una organización administrativa propia, gobernado por un Merino (cargo administrativo) bajo la jurisdicción del monarca castellano-leones y estaba formada por cinco Juntas : la de Cudeyo, la de Ribamontán, la de Cesto, la de Siete Villas y la de Voto.
La localidad de Castillo,en la que nació Juan, formaba parte de la "Junta de las siete Villas" ( Ajo, Bareyo, Castillo, Güemes, Isla, Meruelo, Noja, más tarde se unieron Arnuero y Soano ) y de ahí su nombre Castillo Siete Villas.
Mapa de las Comarcas de Cantabria
Trasmiera (cuyo nombre deriva de la localización tras el río Miera) más que de campesinos, era tierra de hidalgos y su condición de hidalguía les permitía moverse sin estar atados a la tierra. No obedecían a más señor que al Rey y este les otorgó, entre otros privilegios, la exención de impuestos, libertad de los individuos o la exención de obligaciones militares para garantizar su autodefensa, todo ello en señal de agradecimiento por los servicios prestados al Rey.
TRASMIRA, TIERRA DE DESTACADOS ARTISTAS
Desde la Edad Media y, sobre todo, desde el S.XV al XVIII fue tierra de artistas y artesanos, que dejaron su huella y su obra sobre todo por tierras de la Corona de Castilla, llenando de iglesias, catedrales, palacios, puentes...las principales villas y ciudades.Pero también dejaron su obra en otros puntos, no sólo de España, pues muchos marchaban a Portugal reclamados por su prestigio.
Destaca Trasmiera, por sus artistas campaneros, retablistas, ensambladores, doradores......pero sobremanera destaca por sus maestros canteros, por sus talleres de cantería en los que trabajaban desde los humildes oficiales hasta los grandes "maestros de arquitectura".
Por citar algunos : Juan y su hijo Rodrigo Gil de Hontañón, Juan de Ribero Rada, Juan de Naveda, Juan de Nates, los Setién, los Mazarrasa, Diego de Riaño o Juan de Herrera, entre otros cientos. Y entre todos ellos cabe destacar especialmente, por ser el más desconocido en su tierra ...a Juan de Castillo.
El por qué esta zona de Cantabria ha dado tantos afamados y reconocidos artistas, puede deberse a que por un lado la naturaleza ofrecía todo lo necesario. Piedra en las abundantes canteras, ferrerías movidas por el agua de los ríos y madera en sus tupidos bosques. Con esto, tenían asegurado la materia prima de trabajo de gran calidad.
Por otro lado, el hecho de que el denominado "Camino del Norte" hacia santiago pasase por gran parte de estos pueblos, hizo que desde el siglo X las corrientes culturales y constructivas que llegaban de Europa, calasen en los pobladores de Trasmiera.
Cuando nace Juan de Castillo, ya llevaba más de dos siglos en pie la románica iglesia de Santa María de Bareyo, construida muy cerca de su casa natal y, sin duda, Juan se deleitaría contemplándola en numerosas ocasiones y, quien sabe, quizás pudo influir en su futuro dedicación profesional.
Santa María de Bareyo, románico en el Camino del Norte
A esto se añade, que eran "hombres libres", "hidalgos" en muchos casos, que se trasladaban ofreciendo sus distintos trabajos por puntos como Burgos, donde entraron en contacto con los talleres de los mejores arquitectos del momento, como Juan y Simón de Colonia que estaban levantando la mejor Catedral del momento, o con los grandes maestros flamencos y franceses.
Pasaban temporadas fuera de casa, procurándose un sustento alternativo, se movían en cuadrillas y volvían a su tierra, donde tenían sus propios talleres y su hacienda. Pero su fama era tal, que eran requeridos allá donde se fuese a levantar un gran monumento, catedral o monasterio o bien, para continuar esas obras empezadas y que algunas tardaban siglos en ser acabadas.
Un ejemplo puede ser la Catedral de Sevilla, que durante sus 70 años de construcción intervinieron distintos arquitectos, entre ellos, los Trasmeranos, Juan Gil de Hontañón, quien diseño un nuevo cimborrio ante la caída del primero(1519). Diego de Riaño, artífice de las Capillas de los alabastros y de la Sacristia Mayor de la Catedral, así como el maestro mayor del nuevo ayuntamiento de Sevilla (1527)
Allí en Sevilla, en su Catedral, se encontraba trabajando Juan de Castillo, cuando fue llamado por el arzobispo Diogo de Sousa en 1507 para encargarse de las obras de la Capilla Mayor de la Catedral de Braga, Portugal.
TRAS LA HUELLA DE JUAN DE CASTILLO EN PORTUGAL
El arzobispo Diego de Sousa ( 1505-1532) se convirtió en un autentico mecenas llenando la ciudad de palacios, fuentes, jardines, centros docentes... lo que hizo de Braga una de las ciudades más importantes de la península en el S,XVI.
Fue Diego de Sousa quien se encargó de reconstruir la catedral de Braga y en 1509 patrocinó la construcción del ábside y la Capilla Mayor, trazada por el arquitecto Juan de Castillo en estilo gótico nacional tardío, reflejado en la bellísima bóveda de combados, algo innovador que introduce Castillo atreviéndose a combinar el gótico final con una combinación de ornamentación de influencia italianizante "plateresca ".
Fue en Braga, donde Castillo aplicó técnicas que le afianzaron como un artista excepcional llevándole a un proceso gradual autodidacta en el que dejó atrás su condición de "Maestro cantero" para pasar a "Arquitecto", en el sentido moderno de la palabra, lo que le llevaría más tarde a asumir obras monumentales.
Convento de Cristo en Tomar
En 1510 Juan de Castillo viaja a Tomar, para trabajar en las obras de ampliación y remodelación del Convento del Cristo, patrocinadas por el Rey Manuel I (1495- 1521 ) que asumió personalmente el cargo de Gobernador de la "Órden el Cristo".
El Convento del Cristo, es un castillo templario que comenzó a levantarse en 1160 como una fortaleza defensiva de planta circular. Con un pequeño torreón de 16 lados, coronado de almenas como corresponde a una fortaleza, en su interior guarda la joya del románico portugués, la capilla centralizada conocida como "Charola".
A partir de 1513, sufre una gran transformación cuando Manuel I encarga que la antigua Charola sea transformada en Capilla Mayor para engrandecer y dignificar la orden y ordena la construcción de la iglesia, coro, y sacristía, dando comienzo al esplendor del estilo arquitectónico conocido como "manuelino", del que Castillo fue su principal representante.
El "manuelino", es un estilo arquitectónico eminentemente portugués, desarrollado durante el reinado de Manuel I, variación portuguesa del gótico añadiendo ornamentación propia del renacimiento.
La entrada a la iglesia se hace a través de una monumental portada-retablo enmarcada por dos contrafuertes prismáticos rematados con pináculos, pórtico con arco de medio punto bajo dosel, que encierra y protege el conjunto escultórico formado por la figura centralizada de la Virgen con el niño, los padres de la iglesia (Agustín, Gregorio Magno, Ambrosio y Jeronimo ) profetas. con motivos iconográficos simbolizando el poder regio.
Esta maravillosa puerta es obra de Juan de Castillo (1515) al gusto de la época siglos XV y XVI, donde fusiona lo gótico con el manuelino y la influencia de la decoración del renacimiento, muy extendida en España, el plateresco. Fue el primer trabajo que Juan de Castillo realizó en Tomar.
Bajo la Virgen, se observa uno de los símbolos regios manuelinos más característicos, la esfera armilar coronada de granadas y dos ángeles.
Coro alto y balaustrada de Juan de Castillo
Castillo, transforma la antigua Charola en Capilla Mayor, mediante la apertura de un gran arco de triunfo apuntado, algo técnicamente muy difícil, sin perjudicar la estructura del conjunto, que anteriores arquitectos no se atrevieron a realizar y que a Castillo le supuso una gran reputación. La única nave en la actualidad, está cerrada por un amplio coro rectangular sobreelevado y cubierto por una triple bóveda con nervaduras de combados que arrancan de ménsulas adosadas a las paredes, muy ricamente adornadas con motivos vegetales, escudos reales o cruces de la Orden.
El coro alto, con balaustrada de madera entre la que se intercalan cuatro balaustres de piedra, iluminado con grandes vanos laterales y óculo en el muro occidental.
Entrada a la Charola
Juan de Castillo, el artífice cántabro al servicio del rey Don Manuel y conocido en Portugal como Joäo de Castelho, fue el encargado de comenzar a levantar el Claustro de Santa Bárbara, el Claustro da Hospedaría, el Claustro da Micha, el Claustro dos Corvos y el Claustro Principal.
Una de las crujías del Claustro de Santa Bárbara
Crujía del Claustro da Hospedaría
Claustro da Hospedaría
Claustro Principal
El Claustro Principal es también conocido como el "Claustro dos Filipes", así llamado por haber sido escenario, estando aún inconcluso, de la proclamación del Rey Felipe II de España como Felipe I de Portugal en 1581.
El Claustro dos Corvos es el más tardío en levantar, 1530
Saliendo del Convento de Cristo, en la bajada a la ciudad, encontramos otra obra de Juan de Castillo, la pequeña iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, en un estilo clasicista formando parte del conjunto del Convento. Construido bajo el patrocinio de Joäo III como panteón real, aunque finalmente fue enterrado en los Jerónimos de Lisboa.
Todo el recinto formado por el Convento de Cristo más la Iglesia de la Concepción fue declarado
Patrimonio de la Humanidad en 1983
Nuestra Señora de la Concepción
El Monasterio de los Jerónimos, en Lisboa, es una joya del estilo manuelino, mandado construir por el rey D. Manuel para conmemorar el regreso de la India de Vasco de Gama. La primera fase de construcción tuvo lugar en 1501. Juan de Castillo intervino en su obra durante el periodo de 1517 a 1521, justo el año en que muere el rey, motivo por el que se paraliza su construcción y no fue retomada hasta 1544.
Exterior del Monasterio de los Jerónimos
La presencia de Castillo en Los Jerónimos de Belén fue muy evidente, tanto por su forma de resolver los problemas estructurales como por su forma de plasmar los nuevos gustos de la arquitectura del momento en Portugal, el estilo manuelino, con Castillo la ornamentación y el adorno se abre al plateresco español y elementos renacentistas.
Portada meridional concebida por Juan de Castillo una de las joyas de la arquitectura portuguesa
El Monasterio de los Jerónimos, diseñado por Juan de Castillo, está considerado como la joya del estilo manuelino y uno de los monumentos más importantes de Portugal.
La mano de Castillo destaca sobremanera en la portada meridional (1517), la portada occidental(1518) con las esculturas del Rey Manuel I y su esposa María realizadas por Nicolás de Chantarenne, el interior de la Iglesia y su magnífico claustro.
El Interior es impresionante no solo por la amplitud y luminosidad de su nave única, de planta de salón, sino también por su abigarrada decoración con los típicos elementos manuelinos. Destaca la bóveda del crucero, diseñada por Castillo (1520), grandiosa y sin necesidad de apoyos centrales gracias a una compleja red de nervaduras (1522). así como la bóveda de la nave ( 1520 )
Portada Occidental
Interior de la Iglesia (1522)
El Claustro, diseñado por Juan de Castillo y realizado entre 1517 y 1519, es amplio con el patio descubierto y un jardín dividido en cuatro partes por dos paseos diagonales.
El tratado de Lisboa, firmado por Zapatero en diciembre de 2007, se hizo en este claustro.
La decoración invade todo el claustro con motivos manuelinos, como la letra M, la esfera armilar, la Cruz, hornacinas, medallones con retratos de navegantes etc.
La sacristía también lleva el sello de Castillo, en estilo manuelino. Es una sala cuadrada cuya bóveda se apoya en una sola columna situada en el centro.
El monasterio de los Jerònimos en Lisboa fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1983
Hasta aquí los dos Patrimonios de la Humanidad en los que intervino Juan de Castillo.
en siguiente entrada del blog comentaremos otros dos: Alcobaça y Batalha