jueves, 4 de abril de 2013


SANTILLANA DEL MAR "VILLA MEDIEVAL" II PARTE



                                      esquina Torre del Merino y parte posterior del
                                      Hotel Altamira.


Nos habíamos quedado en la C/ El Cantón,camino de la Colegiata, A la izquierda la Casa de los Valdivieso, hoy Hotel Altamira.


Casi enfrente de este hotel se encuentra una bella casa gótica de ventanas de arcos conopiales, que fue durante el siglo XX  el hogar de Don Jesús Otero Oreña, de ahí su actual nombre " El Cantón de Otero", convertido hoy en un comercio de artículos de regalo, regentado por una sobrina del gran escultor. Y el taller de trabajo del escultor se ha convertido en unos apartamentos llamados " El Cantón de Otero"



JESÚS OTERO EL GRAN ESCULTOR DE SANTILLANA

El nombre de Jesús Otero está ligado a la piedra y a Santillana, su obra se deja ver por el pueblo y se deja ver en el MUSEO JESÚS OTERO, situado junto a la Colegiata, donde se exponen obras particulares de Otero donadas, por este, al ayuntamiento en Diciembre de 1993

Otero nació en Santillana en 1908 y murió en su Villa natal en 1994, un año después de haber donado toda su obra a la Villa para que se hiciera el Museo.

                                                    Fuente de la Cabra

En el Revolgo, se puede contemplar, la fuente de la Cabra, obra de Otero.

Quiero dejaros aquí unas palabras de Otero en una entrevista que se le hizo unos meses antes de su muerte.  " Mi Dios no tiene nada que ver con el del Vaticano. Creo que las leyes del Universo son las leyes divinas. Pero estoy convencido de que Jesús era el líder de los pobres. No olvidemos que era hijo de una familia humilde. Yo no creo en un Dios de derechas, de los ricos, eso no me vale. En mis esculturas, siempre he tratado a Dios como un humano superior"
(La revista de Cantabria nº 74 -1994)

                                        Museo Jesús Otero

Jesús Otero fue nombrado " Hijo Predilecto de Cantabria " en 1988

                                    Exteriores del Museo junto a la Colegiata 
Continuamos calle abajo por esta empedrada cuesta admirando la belleza de las medievales casas. 



                                       Casa de Doña Leonor de la Vega                      

La Casa de Leonor Lasso de la Vega, del S.XV. Destacan entre las ventanas del piso superior tres escudos góticos de la Casa de la Vega y los herrajes forjados de las puertas de acceso a la vivienda.

DOÑA LEONOR LASSO DE LA VEGA
Señora de la Casa de la Vega, hija única y heredera de Garci Lasso Ruiz de la Vega señor de la Casa de la Vega y de las Asturias de Santillana.

Madre del Marqués de Santillana y bisabuela del escritor Garcilaso de la Vega.

Doña Leonor casó, en segundas nupcias, con Diego Hurtado de Mendoza aportando en su dote la Villa de Carrión de los Condes y el señorío de las Asturias de Santillana.
De esta unión nació Iñigo López de Mendoza, primer Marqués de Santillana.

A la muerte de Leonor de la Vega sus dominios pasaron a la Casa de Mendoza, el rey Juan II confirmó sus derechos y otorgó el título de Marques de Santillana a Iñigo López de Mendoza.

Leonor Lasso de la Vega tuvo otra hija, Elvira Lasso de Mendoza que sería la abuela del gran escritor del Siglo de Oro español Garcilaso de la Vega.


Enfrente a la casa de Leonor de la Vega, se encuentra este Bar-Terraza


CASA DE LOS HOMBRONES

Esta casa también perteneció a los Villa y debe su nombre a los dos hombrones con bigotes que aparecen en su escudo, son dos guerreros, con el lema: " Un Buen Morir Es Onra De La Vida".                                                   

Se encuentra al final de la calle del Cantón y junto a la de Leonor de la Vega. Construida en el S. XVII,  en piedra de sillería, es un ejemplo de arquitectura tradicional montañesa, con un soportal de cuatro arcos.




Una vez pasada la casa "de los hombrones", tenemos varios comercios de productos típicos y regalos para llevarnos de recuerdo.










Ya en la calle del Río, nos encontramos con el Museo de la Inquisición y los instrumentos de tortura.





Este es un original museo, muy recomendable, en el que exponen gran cantidad de aparatos de tortura de la edad media hasta la época industrial donde podéis ver : guillotinas, potros, garrotes, cinturones de castidad...
Horario : 10:00 a 21:00.

                                             fuente adosada al muro del museo


Aquí tenéis el abrevadero más fotografiado y más conocido de España, con la espectacular Colegiata al fondo.



Ya en la Plaza de la Colegiata nos encontramos con las casas de Cosío y Quevedo



                                                           Casa de Cosio

Las Casas de Cosío y Quevedo son dos casas en escuadra, la de Cosío tiene un balcón corrido de forja  y ventanales con orejeras, entre los ventanales lo más destacado es el imponente escudo de leones tenantes, es uno de los escudos más destacados de la Villa.

En los bajos de la Casa aún encontramos uno de los pocos lugares con obrador de sobaos y quesadas.

                                                Casa de los Quevedo

Ambas son del S.XVIII, muestra también el escudo familiar, en la fachada norte, esta casa destaca también por el túnel con arcos de piedra que atraviesa la construcción para servir de desagüe al abrevadero y al riachuelo que da nombre a la calle del Río.

Esta casa de los Quevedo es el solar al que perteneció el gran escritor de "Los Sueños" Quevedo.

                                          riachuelo del abrevadero

                                                   Bajos de la Casa de Cosio


En la calle del Río, enfrente de la Casa de los Cosio, se encuentra un local de antiguedades muy conocido en la zona.

y al lado derecho de la tienda de antiguedades , se encuentra La Casa de los Abades.


La Casa de los Abades, también llamada Casa de la Archiduquesa Margarita de Austria, porque fue residencia de ésta cuando se vio obligada a emigrar tras la caída del Imperio Austro-Húngaro.

Fue construida en el S. XVII , los escudos son modernos obra del escultor de la Villa Jesús Otero. En el S. XVIII pasó a una de las grandes familias, Barreda-Bracho, por eso en su escudo aparecen los emblemas de los más notables de la Villa.

Y llegamos al Monumento más destacado de  Santillana  LA COLEGIATA

Hace más de 1200 años, unos monjes que traían las reliquias de Santa Juliana,( mártir a manos de su propio esposo, por negarse a renunciar a su virginidad y a la fe cristiana en tiempos de Diocleciano, siglo III de nuestra era) se establecieron en este lugar, levantaron una ermita que terminaría siendo esta Colegiata.

Estaría terminada en 1209 cuando el rey Castellano Alfonso VIII concede el fuero a la Villa y Santillana se convierte en la capital de la Merindad de las Asturias de Santillana.

Durante los siglos XV  y  XVI , la Villa dominada por el Marqués de Santillana tiene todo su esplendor y los Abades son todos de la familia de Vega y Mendoza (Doña Leonor de la Vega y su hijo Mendoza)

COLEGIATA DE SANTA JULIANA

Es una bella iglesia románica, construida en sillería arenisca, del Siglo XII y con reformas posteriores como la galería de arcos sobre el muro sur que se hicieron cuando la Colegiata en el XVII compitió con la Colegiata de Santander, para ser sede del Obispado.


Se accede a la iglesia subiendo unas escaleras de piedra, con dos leones que enmarcan la entrada principal que da al átrio empedrado del siglo XVI.

Lo primero que ves es el muro sur de la Colegiata, donde se encuentra la puerta más antigua con arquivoltas lisas y relieves sobre ellas, algunos muy deteriorados.

Coronando la portada principal hay un friso escultórico que representa al Pantocrator, enmarcado en la mandorla y flanqueado por apóstoles y santos. Sobre el friso o frontón renacentista aparece una hornacina con la imagen de Santa Juliana, sujetando al demonio, del siglo XVII, al igual que la galería de arcos que rematan la fachada.

A la derecha de la portada se levanta una torre cilíndrica que evoca las torres románicas de San Martín de Frómista, modelo del románico del Camino de Santiago, lo que da pie a pensar que aquí pudieron trabajar los mismos canteros que estuvieron en Frómista o que conocían esta obra construida unos 70 años antes.


                                                          fachada principal

                                                           Torre cilíndrica románica.

Detrás de la torre cilíndrica vemos en lo alto el crucero y el cuerpo prismático de la linterna.

El otro volumen cúbico que sobresale a la izquierda del templo es la torre de campanas construida a mediados del siglo XIII.

La cabecera está compuesta por tres ábsides semi-circulares, escalonados, un crucero y tres naves de cuatro tramos, la nave central más alta que las laterales.
Esta cabecera es de las más bellas no sólo del románico de Cantabria sino de toda España.

Destacan los grandes ventanales rodeados de arquivoltas abocinadas, bajo los ventanales, moldura de ajedrezado jaqués, al igual que en los ábacos de los capiteles.


Las semicolumnas adosadas hasta el nivel de las ventanas, se continúan hasta la cornisa a la que sustentan con sus capiteles, además de una serie de canecillos. Los canecillos, que sostienen el alero del tejado, se decoran con animales fantásticos, cabezas de monstruos o con vegetales

Es obligada la visita al interior, para contemplar :

El impresionante claustro, la Pila Bautismal (del S. XII,  una de las más destacadas de Cantabria después de la de Bareyo). En el centro del crucero se puede ver la estatua  yacente de  Santa Juliana del siglo XV.

El retablo mayor es de finales del XV, mezcla de gótico flamígero y plateresco. El imponente frontal de altar, de plata repujada, fue donado por el indiano de la Villa don Luis Sánchez de Tagle  en 1687.
Y finalmente, el magnífico órgano barroco ubicado en el coro.


                                                                          Palacio de Velarde

Pasada la Colegiata, detrás de sus ábsides, en la Plaza de las Arenas se encuentra el Palacio de Velarde. 
Fue edificado en el siglo XVI por Alonso de Velarde, en estilo renacentista, como puede verse en su fachada  principal, con pináculos decorativos, así como ventanas ajimezadas y los escudos de la familia.





Santillana es mucho más que lo aquí presentado, hay que verla, vivirla y sentirla. No importa la época del año...incluso una tarde lluviosa de domingo puede ser simplemente alucinante pasear por la villa del marqués.

Se respira Arte (con mayúscula) por todas las esquinas, sus Casonas, Palacios, Torres, Museos, Paradores, Conventos, Gastronomía...en definitiva CULTURA con mayúsculas.....y belleza, mucha belleza.

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