miércoles, 2 de noviembre de 2016

MONASTERIO DE SAN ZOILO EN CARRION ( PALENCIA )


Monasterio de San Zoilo;  del románico al gótico tardío con parada en un Hotel del siglo XXI

Si hay un lugar que merece una visita y una tranquila y cultural parada en el largo camino francés, que lleva a Santiago de Compostela, es el Monasterio de San Zoilo, en Carrión de los Condes (Palencia)

                                              Hotel Real Monasterio de San Zoilo

Actualmente este monasterio, que tiene sus orígenes a finales del siglo X, hogar de monjes de Cluny hasta mediados del XV y declarado monumento histórico-artístico en 1931, se ha convertido, desde 1992 en un complejo hotelero.

Antes de entrar en los jardines que dan paso al hotel, puede verse en la portada el símbolo de "Sitio Cluniacense", lo que acredita que pertenece a la Federación Europea de Sitios Cluniacenses, Convirtiendo a este lugar en un proyecto cultural y multidisciplinar que promueve el uso sostenible y la puesta en valor del patrimonio histórico-artístico y cultural.                                                 

Merece la pena acceder a los jardines. Desde allí se ve la cafetería en la que es aconsejable entrar, aunque sólo sea por escuchar la música de ambiente que envuelve las estancias de uso común. Pareciera que los monjes siguen habitando el lugar y que llegas en el momento de sus cantos gregorianos, ciertamente un placer.

 
                                                   Fachada barroca del Monasterio  

Visita a la iglesia y Claustro

Dejamos los jardines y recorremos el exterior del Monasterio por su fachada norte, para buscar la puerta por la que se accede para realizar las visitas turísticas.

Lo primero que encontramos es una pequeña sala en la que se exponen a la venta una serie de interesantes libros sobre el románico de Castilla y León, guías de viaje, mapas y recuerdos (souvenir) del paso por San Zoilo,

                                       Gracioso cartel en la tienda de recuerdos

Para no olvidar que estamos en lo que fue un importante centro de peregrinación del Camino Jacobeo, nos muestran a un peregrino medieval, junto a un gran mapa que indica los distintos Itinerarios Jacobeos.


Este monasterio benedictino de San Zoilo gozó de mucha fama en la Edad Media, por la protección de los Condes de Carrión, Don Gómez Diaz y su mujer Doña Teresa Pelaez, infanta de León. Son los condes que dan nombre a la localidad y quienes eligieron este monasterio como panteón familiar.
Fueron precisamente estos condes, quienes apoyados por el rey Alfonso VI, consiguieron traer las reliquias de San Zoilo, que estaban en Córdoba, a este lugar. Este hecho, junto con la donación del monasterio a la Orden de Cluny por parte de la Condesa Teresa Sancha, hacen de este lugar un centro de influencia política, religiosa y económica.

Dada la influencia de los Condes en la corte, a mediados del siglo XI en este lugar se celebraron concilios, cortes, se nombraban caballeros..., incluso tiempo después se celebraba la boda de Fernando III (el santo) con Beatriz de Suabia, en noviembre de 1219.




A continuación, llegamos a la recuperada portada oeste, situada a los pies de la iglesia, por donde se accede al interior de la iglesia y por donde se realiza la visita tanto a la iglesia como al claustro.

                                            ante sala de la iglesia ( antiguo atrio )

Antes de atravesar la portada oeste, se encuentra una sala en lo que sería el atrio del antiguo templo, donde se encuentra una maqueta que nos muestra como sería el templo primitivo, así como una exposición con una serie de destacados capiteles románicos del S. XI recuperados durante las obras realizadas en 1993 y que habrían pertenecido al primitivo claustro.

                                                     
Capitel del S.XI del desaparecido claustro románico, formando filigranas vegetales, lazos y círculos con la perfecta simetría de la escultura románica.

 En este capitel, que representa la figura de dos músicos tocando instrumentos medievales se conservan restos de la policromía original. Debió pertenecer a alguna portada románica.

Es un curioso capitel, en el que se ve un músico tocando una fídula con arco, perfectamente vestido donde se ven los adornos del escote y mangas así como los pliegues de la parte inferior de la vestimenta. Y formando parte del mismo capitel en la cara posterior se encuentra el músico que vemos abajo, desnudo, tocando una flauta de pan.

                  


Se deja la exposición y se pasa por la primitiva Portada Oeste, descubierta en 1993 debido a obras de remodelación. Al haber permanecido esta portada oculta y "emparedada", desde las obras que se hicieron en el siglo XVI y XVII para hacer la actual iglesia, se conserva en perfecto estado.


La bella portada Oeste con cinco arquivoltas, columnas de mármol jaspeado, capiteles de lo más antiguo del románico palentino, los ábacos de los capiteles formando un friso continuo y decorados con palmetas, motivos vegetales y bolas en las esquinas, nos da paso a la iglesia.


Los capiteles que enmarcan la portada son del siglo XI, representan episodios bíblicos, monstruos alados o escenas de la vida diaria y destacan por la cuidada realización de las vestiduras y exquisita factura.

                                                   Episodio de la burra de Balaam


                                 Escena de viñadores en el capitel de la portada oeste

Nada más atravesar la Portada Oeste a los pies de la iglesia, justo debajo del coro, nos encontramos lo que es el Panteón Funerario de los Banu Gómez, Condes de Carrión.

Son los sarcófagos del linaje de los Banu Gómez, los condes y sus ocho hijos, los infantes de Carrión.
Están datados entre 1050 y 1150, en piedra y mármol, ricamente decorados con escenas bíblicas y con los símbolos heráldicos de la Casa Condal.







                                                  Vista del interior de la Iglesia

En la iglesia de planta rectangular de una sola nave, destaca el retablo renacentista que no es el original del Monasterio sino que proviene de Baquerín de Campos, dedicado a la Asunción de Nuestra Señora. Las tallas parecen seguir la escuela de Gregorio Fernandez, destacando el calvario del ático atribuido a Antonio Ribera.

En lo alto del muro izquierdo, dentro de una hornacina, se ve una talla de madera que representa a la Condesa Dª Teresa (hija, nieta y biznieta de reyes de León ) en actitud orante, donde se conservan los restos de la condesa, muerta en 1092.

El Claustro


                              Portada, en el claustro, de salida y entrada a la iglesia

Al claustro se accede desde la iglesia. Este claustro sustituyó al primitivo románico. Es obra de Juan de Badajoz "El Mozo" de estilo gótico florido. Sus 24 bóvedas de crucería están cuajadas de medallones y esculturas formando una abigarrada decoración.

Es uno de los más importantes del Renacimiento Español. Se compone de dos plantas, aunque el claustro superior de menor relevancia artística no está abierto al público porque forma parte de las dependencias del hotel.

                                     Parte superior dependencias del Hotel San Zoilo

El claustro inferior, con arcos apuntados entre gruesos contrafuertes prismáticos, mientras que el superior se compone de arcos de medio punto.

En el claustro finalizado en 1604, trabajaron importantes artífices, labrando en sus bóvedas personajes bíblicos, patriarcas, profetas, apóstoles, evangelistas, reyes, monjes santos....conformando una profusa ornamentación de más de 300 figuras.












                                                                Vista del claustro

Dentro de la visita también se puede ver la sacristía, donde se encuentra la sala de Telas Medievales.
Son telas de los siglos X y XI en las que llegaron los huesos de San Zoilo y fueron descubiertas en el año 2003.

Parece que existió una cárcel medieval y en el siglo XVI se hicieron estas celdas de castigo.

                                                Recreación de una celda de castigo

Tlfn  979 880 050
Entrada individual 2 €


jueves, 11 de agosto de 2016

Alonso de Camino fundador del Convento San Ildefonso en Ajo (Cantabria )


Alonso de Camino y Carrera, nació en Ajo en la primera mitad del S.XVI durante el reinado de Carlos V. Nació en el barrio de Camino, hoy llamado barrio del Convento. Eligió el camino de las armas y llegó a ser capitán de Felipe II en Flandes, donde destacó como diplomático, por lo que disfrutó de la confianza del rey nombrándole Señor de las Villas de Pie de Concha, Bárcena y Cobejo.


                              Arcosolio de Alonso de Camino en el Convento de Ajo

El Convento de San Ildefonso fue fundado por Alonso de Camino en 1588. Se hizo cargo del coste de la obra, al parecer muy considerable dada la magnitud del edificio y la categoría de los artistas que en ella intervinieron, como muestra de su poderío social y económico y para perpetuar el recuerdo de su linaje por generaciones.

La escritura de fundación es de agosto de 1588 momento en que Alonso hace entrega del convento a los Carmelitas Descalzos y les dota de todo lo necesario para que puedan habitarlo cómodamente. A cambio exige ser enterrado en el Convento él y sus sucesores, así como poner los escudos de armas suyos y los de su mujer en la iglesia. Desde su fundación tuvo una hospedería, a sabiendas de que por este lugar de Ajo transcurre la ruta costera del Camino de Santiago por las Siete Villas.

Los Carmelitas estuvieron hasta que lo abandonaron en 1594 y desde ese momento es ocupado por Dominicos hasta su desamortización ( Mendizabal) en 1835. El último religioso que habitó el convento ( nos lo recuerda don Luis Escallada ) fue el padre Apolinar, muy conocido en Santander en la época y al que José María de Pereda inmortalizó en su novela " Sotileza".

Alonso de Camino muere en Madrid en 1596, poco después fallece su único hijo, Juan Alonso de Camino, por lo que los cuerpo de ambos llegan al Convento en 1612 para ser enterrados como estaba indicado en testamento.

CURIOSIDADES DEL CONVENTO


Una vez fallecidos don Alonso de Camino y su hijo, el patronato quedó en manos de la viuda, doña Luisa Bonifaz, pero al no cumplir esta con lo acordado de pasar una pensión anual al convento, comienza un pleito promovido por los frailes. Como resultado de dicho pleito desde ese momento el convento queda como dueño y patrón de si mismo.


Durante el siglo XVIII, el Convento tuvo una época de prosperidad pues se convirtió en lugar de paso de peregrinaciones, de modo que en 1756, gracias a la generosidad de los vecinos de Ajo, se construye una hospedería.

Durante el trienio liberal ( 1820-1823 ) el Convento es desamortizado y los frailes desalojados y confiscados sus bienes. Pero en 1823 José de Mazarrasa, gobernador político y militar de Santander restituye a los frailes todos sus bienes (quizás ayudó el hecho de que en 1672 el prior del Convento de San Ildefonso en Ajo había sido un antepasado suyo llamado Juan de Mazarrasa).

Con la desamortización de Mendizabal (1835 ) el edificio, incluida la iglesia, fue vendido a un vecino de Santander que lo compró para demolerlo y aprovechar la piedra. Esto fue impedido por los vecinos del pueblo quienes pusieron la cantidad de 15.000 reales para comprarlo y recuperarlo en 1850.

En la actualidad, el edificio pertenece al Obispado de Santander.


                                  Convento San Ildefonso  antes de su restauración


                                   Edificio restaurado 4 de agosto de 2014

EL EDIFICIO

El convento de Ajo es la primera obra plenamente clasicista de Cantabria y al parecer construido por maestros canteros trasmeranos, de la Junta de Voto. 

Parece que Alonso de Camino, por su amistad con el rey Felipe II, visitaba con alguna frecuencia las obras que se llevaban a cabo en el Escorial, de mano del montañés Juan de Herrera y más tarde de su discípulo Francisco de Mora. Allí entraría en contacto con las cuadrillas de canteros trasmeranos como el maestro cantero, Diego de Sisniega ( Junta de Voto ), a quién se atribuyen las trazas y condiciones de la obra de este Convento de Ajo.

La portada principal se encuentra en la fachada oeste, compuesta por tres arcos que dan paso a un zaguán a través del cual se accede a la iglesia. Sobre el arco central se encuentra el escudo de armas del fundador y su esposa.

Si bien es cierto que este edificio parece seguir el estilo de la arquitectura de los conventos carmelitas. Los expertos encuentran en él muchísimas semejanzas con otros edificios realizados por Francisco de Mora (como la iglesia del Escorial de Abajo, lugar donde casualmente residió Diego de Sisniega mientras realizaba las obras de cantería de la iglesia del Escorial).

Si bien, en la iglesia del Convento, se deja ver la influencia de Francisco de Mora en Diego de Sisniega, no es desacertada la teoría de Enrique Campuzano Ruiz sobre la fachada al indicar que "la proporción y armonía del conjunto nos remite también a la arquitectura de las casonas de Trasmiera"


Interior

La capilla consta de una sola nave, de planta rectangular, con presbiterio cubierto con bóveda de cañón y el crucero se corona con cúpula sobre pechinas. Para separar la nave del crucero podemos ver una artística reja, elemento típico de los conventos para separar estos dos espacios.


                                                      Capilla del Convento

Pero lo más destacado del interior es el retablo mayor, en piedra y madera policromada obra del gran ensamblador de Noja, Rodrigo de los Corrales Isla, autor también del bello retablo mayor de la iglesia parroquial de Ajo.




Es un retablo de cuerpo único dedicado a San Ildefonso, obispo de Toledo y patrón del Convento. Representa la escena de la imposición de la casulla por la Virgen. Sobre esta escena aparece un calvario y en el ático la figura del Padre Eterno incrustado en frontón partido. A ambos lados los emblemas de los dominicos.

                                                          Retablo Mayor

El otro elemento a destacar en la capilla es la escultura funeraria de don Alonso de Camino. Obra del escultor de Frías, Pedro Gómez (1592). Se encuentra la escultura en uno de los dos arcosolios de sillería, con arco de medio punto, situados a ambos lados del crucero. En el otro arcosolio estaba previsto que colocasen a su esposa pero no está claro porqué finalmente no se hizo.

El fundador aparece arrodillado sobre dos almohadones en actitud orante, vestido con armadura, espada, daga y espuelas calzadas. Con abultados gregüescos (calzón masculino corto y abombachado) gola en el cuello y puños de encaje. Dos peanas a modo de atril sobre el que descansa un libro abierto y el yelmo con unas manoplas.


                                           Sepulcro de don Alonso de Camino
                                         
Acompañando al sepulcro aparece una inscripción que da cuenta de sus títulos y posesiones así como de los motivos por los que funda este convento y colegio "a honra de Dios y para aprovechamiento de los naturales de esta tierra "


Imagen en piedra de la Inmaculada

En  la actualidad y tras la reformada llevada a cabo tanto en parte del edificio como en el claustro,  lo que fue la antigua hospedería del Convento se ha convertido en sede del Centro de Interpretación del Camino del Norte ( Patrimonio de la Humanidad desde 2015)

                                    Inaugurado el C.I. Del Camino noviembre de 2014


Bibliografia:
D. Luis Escallada González  (Historiador y Cronista Oficial de Bareyo )
" Artistas Cantabros de la Edad Moderna" ( Institución Mazarrasa.  UC )
D. Olav Mazarrasa  Mowinckel

lunes, 27 de junio de 2016

Santa María de Piasca


Hemos oído en muchas ocasiones hablar de la belleza de los Picos de Europa, de la gastronomía de Potes y su famoso cocido lebaniego, así como del Monasterio de Santo Toribio de Liebana que será protagonista del Año Jubilar en 2017.

Pero más desconocido es el románico de Santa María de Piasca

En la comarca de Liebana, en el municipio de Cabezón de Liebanaa a pocos Kilómetros de Potes, siguiendo la carretera que va a Piedrasluengas y tomando una desviación a la derecha, se encuentra un pequeño pueblo llamado Piasca, en lo alto de la montaña.

En medio de un paisaje increíble y rodeado de un exuberante bosque aparece la Iglesia de Santa María de Piasca, uno de los templos románicos, antiguo monasterio, más destacados que tiene Cantabria.

                                                      Santa María de Piasca

A la antesala al viejo monasterio, se accede a través de un bello patio, cuidado por los vecinos de la casa anexa al templo



  

                                                Acceso a la Iglesia de Santa María

Hay documentación que indica que este monasterio ya existía en el año 930, alcanzando un gran apogeo en el 941 con la abadesa Aylo, quien hizo un pacto con otros monjes para hacer de este un monasterio dúplice (es decir que convivían en el mismo monasterio, monjes y monjas). Aunque como cuenta Isabel, vecina y guía de la Iglesia, cada uno tenía sus dependencias y la entrada a la iglesia la hacían por distinta puerta.No puedo evitar pensar como serian los "segmentos de ocio " en este lugar en aquella época.

Ya en el siglo XIV comienza su decadencia como Monasterio, aunque siguió siendo dúplice hasta el XVI y actualmente de aquel monasterio sólo queda en pie la iglesia, aunque es posible que las casas situadas junto a la iglesia fuesen dependencias monásticas.

Paseo por el exterior

                                                     Vista de la portada oeste



La iglesia románica que hoy se conserva, se levantó en el 1172 como nos indica la inscripción que se encuentra en una lápida de la puerta oeste. El maestro cantero según dicha inscripción fue Covaterio. La cabecera al este y las portadas oeste y sur es lo que nos queda del pasado románico, el resto se debe a posteriores reformas.

                                                       Portada oeste

La portada oeste, centrada en la fachada (hastial principal) está formada por cinco arquivoltas apuntadas y abocinadas, adornadas con motivos vegetales y baquetones, excepto una que lleva motivos figurados de gran relevancia escultórica : leones, cabeza de animal, músicos con rabel y arpa, cabeza de monje, guerrero.

                                  Detalle de uno de los baquetones de la puerta oeste

Los capiteles sobre los que descansan las arquivoltas también están ricamente tallados con centauros, dragones,  grifos (  parte superior un águila con pico y garras y la parte inferior es un león con patas y rabo ) leones...


Sobre uno de los fustes del lateral derecho de la portada, hay un altorrelieve de San Miguel venciendo al dragón. Tanto el capitel como el altorrelieve están un poco deteriorados, al parecer más por la mano del hombre que por el paso del tiempo.

                                                    Altorrelieve de San Miguel

Piasca puede presumir de tener uno de los conjuntos escultóricos más atractivos del románico con una iconografía y bestiario de los más ricos de la segunda mitad del siglo XII.

Sobre la portada principal hay una pequeña galería de arcos ciegos, trilobulados los dos arcos laterales, como se ve en la foto, que cobijan tres tallas, románicas la de San Pedro y San Pablo y en el centro una virgen del siglo XVI que sustituye a la original.



                                                                   fachada oeste

En la cara meridional del templo se encuentra la llamada Puerta del Cuerno, por la que se accedía a la iglesia desde un claustro hoy desaparecido.


                                                        Puerta del Cuerno

La puerta del cuerno un poco más sencilla, que la del oeste, está formada por dos arquivoltas de medio punto y destacan en ella, los dos cimacios sobre los que se apoyan las arquivoltas, uno de ellos bastante deteriorado. En el cimacio de la izquierda se ve con todo detalle una escena de cacería de jabalí, en la que aparece un perro sujetando al jabalí mientras el cazador le clava la lanza.

                                          Cimacio con escena de caza de jabalí

 La arquivolta interior tiene una rica decoración en la que volvemos a ver una representación de músicos con instrumento de cuerda que puede ser una fídula o rabel. Así como el famoso beso de Piasca, la leyenda dice que representa la despedida de un joven que iba a ingresar en el monasterio en el momento que se despide de sus padres. Algunos historiadores se decantan más por la representación de las bodas de Tobías.




                                                  El beso de Piasca

Los dos ábsides románicos que se conservan tienen toda la parte baja de la cornisa con modillones ricamente decorados, entre ellos puede verse una rica muestra de músicos e instrumentos musicales.






En el ábside mayor llama la atención la bella ventana con arquivolta en la que destacan centauros y seres fantásticos; con capiteles de cestería finamente labrada.



                                                 Ventana del ábside mayor

                                       Detalle del capitel de cestería de la ventana

 En el ábside mayor bajo la cornisa hay dos capiteles que destacan por su belleza uno es la Anunciación y otro el sacrificio de Isaac.

                                    Bajo la cornisa capitel con " La Anunciación "


                                     Bajo la cornisa capitel con " El Sacrificio de Isaac "

Interior del templo

La iglesia de Piasca se compone de tres naves, la central es la nave mayor que es más alta y ancha, crucero y tres ábsides.




                                       Detalle del bello capitel de la "Adoración de los Reyes "

En la arquería izquierda del ábside central se pueden ver tres capiteles, de fuste único, y concrétamente el capitel central es para algunos el capitel románico más importante de Cantabria. Es una representación de la Adoración de los Reyes Magos, en la que vemos a José, María con el Niño sentado en su regazo y los reyes adorándolo. Y por encima de las figuras se ve una representación de la ciudad de Jerusalén. Es un capitel tallado con extraordinaria maestría,en el que se ve con todo detalle las ropas y caras de los personajes, así como los tejados de las casas.


La visita a Piasca es muy recomendable, la belleza del lugar y la riqueza del patrimonio cultural, bien merecen" un paseo ". Si se hace el Camino Lebaniego o simplemente se visita Potes merece la pena acercarse a descubrir Santa María de Pasca.