domingo, 26 de mayo de 2013

EL MUELLE Y PUERTO CHICO

PASEO  MARÍTIMO  DE  SANTANDER

La vida de los santanderinos siempre ha estado ligada a "los muelles", como lugar de despedida, de recibir noticias, de ocio, de paseo o de espectáculo deportivo.

Es el lugar preferido para pasear, para acercarse a ver las regatas de traineras o para echar la caña y pescar. El último gran acontecimiento de la bahía fue la Regata Cutty Sark 2002. Y el próximo será el Mundial de Vela de 2014. que convertirá a la bella Bahía de Santander en centro de atención mundial.

                                            Pescando en el muelle de Calderón




Las lanchas de "Los Diez Hermanos" y después "Los Reginas" siempre han dado servicio para acercar a la gente a las playas de El Puntal de Somo, al otro lado de la bahía.



En la foto superior, vemos dos símbolos de la ciudad, El Palacete del embarcadero y, detrás, La Grúa de Piedra. Y también pueden verse las grandes grúas modernas que están levantando el futuro Centro Botín.

El Palacete del embarcadero es obra de González  Riancho (quien, junto con Bringas, proyectó el Palacio de la Magdalena) levantado en 1920 y que nació como estación de pasajeros. Desde la remodelación de 1985 se utiliza como sala de exposiciones.

La Grúa de Piedra ocupa ese lugar desde 1899, ha sido testigo de tantos acontecimientos de la vida portuaria Santanderina, que es inimaginable la visión de la bahía sin ella.



Recientemente, con motivo de las obras de lo que será el Centro de Arte Botín, "alguien" tuvo la intención de quitar La Grúa de Piedra de su lugar, pero la ciudad no lo consintió.


                                  Muelle de Calderón y Club Marítimo



A este paseo paralelo a la bahía se le llamaba, Paseo del Muelle, pero oficialmente desde 1903 es el Paseo de Pereda.

                                                  Casas del Paseo de Pereda

                                                   Los raqueros
                                         
Los raqueros, son obra del escultor Cobo Calderón, conjunto escultórico inaugurado en 1999.

Es un homenaje a la memoria de unos chicos, de clase social muy baja que, para sobrevivir, se dedicaban a raquear (tomar lo ajeno contra la voluntad del dueño) y se pasaban gran parte del día por los muelles. Se cuenta que si les tiraban una moneda al mar se tiraban a buscarla y la atrapaban antes de que tocase fondo (es uno de los motivos de representarles así).

Durante algunos años coexistieron los señoritos, que vivían en el Paseo de Pereda o Castelar, con los raqueros de Puerto Chico, dando lugar a numerosa hurrias (guerras a pedradas).

El escritor Jose María de Pereda les describe en su obra "Sotileza"




        PUERTO  CHICO  Y  SU  ENTORNO

Puerto Chico nació como una pequeña dársena, casi cuadrada, que servía de refugio para las embarcaciones de pesca de los humildes pescadores, que vivían en barriadas cercanas. Hasta 1940 podía verse a pescadores y pescadoras faenando y dando vida y ambiente a Puerto Chico y sus barrios (Tetuán, San Martín....)

Durante años convivieron señoritos y raqueros en el Muelle y Puerto Chico, pero estas escenas acabaron cuando los pescadores se vieron obligados a buscar otro asentamiento, pues el "progreso" traía nuevos aires para la ciudad.

El crecimiento urbano y el proyecto de nuevas calles paralelas al muelle, llevó a los pescadores a su nuevo asentamiento, al sur de la bahía, dando lugar al nacimiento de "El Barrio Pesquero" en 1943.

                                        Foto de la colección del pintor López Ayerdi




 En 1896 comenzó a construirse una alameda, paralela a Puerto Chico, que debía guardar una estética noble, pues iba a ser la primera fachada de la ciudad que contemplaran quienes llegaban por mar. La alameda se prolongo hasta San Martín y, en 1899, a esta alameda se le dio el nombre de Castelar, pues coincidió con la muerte del destacado político español.


                                           Puerto Chico y Paseo de Castelar

Actualmente, Puerto Chico es un puerto deportivo, donde la mayor parte de los barcos atracados son embarcaciones de recreo.




Paseando por este Puerto se encuentran dos edificios que destacan entre el mar de embarcaciones: El Palacio de Festivales, en tierra, y un palacio en el mar, El Real Club Marítimo.


                                         Real  Club  Marítimo de Santander    

El Real club Marítimo de Santander

Fue proyectado por el arquitecto de Laredo, Gonzalo Bringas Vega y fundado el 13 de octubre de 1927.

Bringas ya había hecho proyectos de gran relevancia, como el Palacio de la Magdalena y los veinte pabellones de la Casa de Salud Valdecilla, de los que aún hoy podemos ver unos cuantos en uso.

Su primer socio de honor fue Alfonso XIII, que participaba en la vida social y deportiva de Santander durante sus veranos en la ciudad, lo que dio gran prestigio al Club (Don Alfonso XIII y Doña Victoria Eugenía pasaron sus regios veranos en el Palacio de la Magdalena desde 1913 hasta 1930).

La primera sede del Club Marítimo fue asaltada, incendiada y saqueada en agosto de 1932, por lo que sus socios decidieron levantar este edificio en la misma bahía.

El nuevo Club Maritimo se inauguró en 1936.

Se levanta sobre pilotes de hormigón armado, que la baja mar descubre pero que en pleamar parece un barco atracado en Puerto Chico. Precisamente su estructura, está inspirada en la arquitectura naval con lineas largas y esquinas redondeadas. El Club organiza copas y campeonatos de España y de Europa, organizaron el Campeonato del Mundo de J-80.


                                     Castelar  y  al  fondo  EL Palacio de Festivales

PALACIO DE FESTIVALES

Nació de la necesidad que tenía Santander de un espacio multidisciplinar, donde poder disfrutar del teatro, la danza , la música o el cine pues, desde 1952 se utilizaba la Plaza Porticada para acoger el Festival Internacional de Santander (FIS) y siendo presidente del Gobierno Cántabro Juan Hormaechea, se decidió la construcción de este edificio. De esta manera el FIS tendría un lugar más acorde con su categoría Internacional.



El autor del proyecto fue, el navarro, Francisco Javier Sáenz de Oiza (1918-2000)... ¡¡que Dios tenga en su gloria !!

Siempre estuvo rodeado de polémica (y no sin razón, la verdad) pues las obras parecían no acabar , los materiales cada vez eran más lujosos y la construcción adquiría mayor volumen y coste. El presupuesto inicial de 1.179 millones de pesetas, tras varias reformulaciones alcanzó los 7.000 millones de pesetas. Por fin en abril de 1991 se inauguró el Palacio de Festivales y si hubo polémicas durante su construcción no dejo de haberlas en su inauguración.

ANECDOTAS DE LA INAUGURACIÓN

Quien se sentía padre del proyecto, Juan hormaechea, dejó de presidir el Gobierno de Cantabria en 1990 (durante 6 meses) Jaime Blanco ocupó su puesto, hasta julio de 1991 que volvió Hormaechea.

El día de la presentación institucional del Teatro de Festivales, 27 de Abril de 1991, no acude ninguno de los ex-presidentes regionales.

Jaime Blanco encabezó la asistencia de numerosas autoridades, como el alcalde de Santander, Manuel Huerta, o lideres nacionales como Manuel Fraga Iribarne y el director general de Cultura Joaquín Martinez Cano.

El Consejero de Cultura del momento, Rafael de la Sierra, fue la única autoridad que pronunció unas palabras.

Los protagonistas musicales, de la ceremonia de Preinauguración de este 27 de Abril fueron el Coro  A Cappella de Santander y la orquesta Concentus Musicus, quienes interpretaron conjuntamente la  "Misa Brevis" de Mozart.

Dos días después el 29 de abril, tuvo lugar la inauguración oficial del primer ciclo de actuaciones, bajo el asesoramiento de Lynne Kurzeknabe, siendo en esta ocasión los protagonistas  The King's Consort con el estreno del oratorio "Joshua" de Haendel.




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