En estos días de verano, en que puedo disfrutar de la playa de Cuberris, quiero mostraros algunas fotos de esta "salvaje" playa de Ajo.
En un entorno de altos acantilados, y espectaculares vistas panorámicas se encuentra la playa de Cuberris.
Acantilados aún vivos
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En Trasmiera, comarca histórica de Cantabria, entre las bahías de Santander y Santoña, en el borde más septentrional de Cantabria, se encuentra el cabo de Ajo y su faro que resguarda la playa de Cuberris.
Cuberris es un arenal protegido por el cabo de Ajo, la punta de Cárcabo y el cabo Quintres.
Playa de fina arena, dorada y blanca, que invita a recorrerla dando paseos en su orilla mientras disfrutas del sol y la brisa del Cantábrico.
Cuberris en domingo
El Mar Cantábrico, baña con inusitada fuerza esta playa de Cuberris, y se muestra salvaje e indómito muchos días del año, lo que convierte a Cuberris en una playa con cierto peligro (si no se toman las medidas que aconsejan los socorristas que velan por la seguridad de los bañistas).
Cuberris entre semana
Pero, precisamente la especial predominancia y fuerza del oleaje, hace de esta playa un lugar ideal para la práctica del surf.
Tablas de surf descansando
Clase de iniciación al surf
Al ser una playa abierta a las aguas del Cantábrico, en marea baja puede observare cómo las rocas están cubiertas de mejillones, caracolillos o lapas, pero atención...... está prohibido el marisqueo.
Detalle de "lapas" entre las rocas
¿ves el caballito de mar?
En algún lugar, he leído que estaba prohibido jugar a las palas, algo tradicional en nuestras playas, pero puedo asegurar que en marea baja la extensión de la playa es tal que permite el juego de las palas sin molestar a nadie y sin impedimentos.
Cuberris en bajamar
La playa cuenta con los servicios suficientes para hacer de ella un lugar atractivo y cómodo. Fácil acceso y entorno natural espectacular. Parking a pie de playa, duchas, cabina de urinarios, acceso a personas con dificultades de movilidad. Puesto de socorristas
A la entrada se encuentra la Escuela de surf, camuflada con un original "trampantojo".
Y para rematar, además del habitual puesto de helados, también dispone de varios servicios de hostelería casi lo que se dice "a pie de playa", en los que poder comer o dormir.
Ahora sólo queda acercarse a conocer esta playa (si aún no la conoces).
Mi consejo es que lo hagáis entre semana, pues los fines de semana, para mi gusto, hay mucha gente.
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