viernes, 5 de julio de 2013

CERVATOS Y SU ERÓTICA COLEGIATA





CERVATOS





En el sur de Cantabria, en la comarca de Campoo de Enmedio, a tan sólo 5 Km de Reinosa, nos encontramos con este pequeño pueblo llamado Cervatos.

Cervatos siempre fue paso de comunicación obligado entre la Meseta y los valles cántabros. Ya los romanos utilizaban la ruta que iba desde Pisoraca (Herrera de Pisuerga) hasta Portus Blendium (Suances) pasando por Cervatos, para llevarse por mar las riquezas de esta Península Ibérica.

Hoy Cervatos es una pequeña población de a penas sesenta habitantes, que cuentan con el lujo de una vida tranquila, a pocos kilómetros de grandes poblaciones.

En lo alto del pueblo, siguiendo sus cuidadas y empedradas calles, se encuentra  la románica iglesia de San Pedro de Cervatos.


FUERO DE CERVATOS

Fueron los condes castellanos Sancho García y Urraca quienes concedieron el "Fuero" a Cervatos. De este modo, este lugar aparece por primera vez mencionado documentalmente siendo el año 999.

Parece que Sancho y Urraca fueron quienes en el siglo X, fundaron el monasterio de Cervatos y lo convirtieron en Panteón familiar al enterrar allí a sus hijos.


                                   Lápida en el suelo del presbiterio

PRIMERO MONASTERIO Y  LUEGO COLEGIATA

El monasterio vivió una época de esplendor económico, bajo la regla de San Benito, apoyados por los reyes, para que fomentasen la labor de repoblación.

Durante el siglo XII, el monasterio se transforma en colegiata, y comienzan las obras de edificación de un nuevo templo que es el que hoy conocemos, con el apoyo de los reyes Alfonso VII y Urraca

Es un momento de pleno auge del Camino de Santiago, y como ya sabemos el románico se difunde a través de los caminos de peregrinación, las colegiatas, como esta de Cervatos, se convierten en focos difusores del románico

Esta colegiata, como ocurrió en Santillana y en Castañeda, deja de ser gobernada por la orden de los benedictinos y pasa a manos de los agustinos, lo que supone mayor autonomía económica y dejar la clausura y las obligaciones comunitarias.


COLEGIATA DE SAN PEDRO DE CERVATOS

Es una de las joyas del románico de Cantabria, con un excelente estado de conservación. Para algunos, es considerada la catedral del románico erótico español, por la riquísima colección de canecillos de realista iconografía de carácter erótico.

Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1895, y Monumento Nacional en 1931.

En la fachada sur de la iglesia vemos inscrita la fecha de inicio de la construcción del actual templo (1129) y se termina en 1199, como lo indica otra inscripción en la portada. Al concluir las obras del templo, finales del siglo XII, se comienza la torre-campanario en la que ya se ve algún arco apuntado, anunciando que el gótico está llegando.

Los siglos XII y XIII fueron los de mayor esplendor de la colegiata, y a partir del siglo XIV comienza una época de decadencia y abandono de estas tierras.

En la actualidad su función es la de Parroquia




EXTERIOR DEL TEMPLO

El exterior de la iglesia es totalmente románico y sin modificar desde que se levantó en el primer tercio del siglo XII, por ello se puede decir que, artístícamente hablando, lo más interesante está en su exterior.

Tiene una sola nave, de tres tramos, con ábside semicircular al este (como mandan los cánones religiosos) que es por donde sale el sol (la luz, Dios) y torre a los pies, por donde se pone el sol (el infierno, la oscuridad)


                        Cuatro contrafuertes columnados dividen el ábside en tres calles



El ábside cubierto por cuarto de esfera, tiene tres ventanales de medio punto con guardapolvos y una imposta de ajedrezado jaqués que lo recorre por encima de las ventanas.


                                  célebres capiteles en una de las ventanas absidiales


Los capiteles de esta ventana son los más fotografiados por quien se acerca a Cervatos. Se trata de una ventana que lleva  una arquivolta interior, compuesta de baquetones y chambrana (voladizo sobre la ventana)     ajedrezada.
La arquivolta apoya en dos columnitas, cuyos capiteles historiados, nos quieren contar una "picara" historia.




El capitel de la izquierda nos muestra una dama casada, pues lleva "toca" en la cabeza, que mantiene sus piernas elevadas sujetándolas con las manos y mostrando su sexo a la figura del capitel de enfrente. En el capitel de la derecha se ve a un hombre itifálico (que tiene el falo erecto) desproporcionado, echándose las manos a la cabeza. De modo que nos enseñan, con todo descaro, una preparación al coito.





La decoración de los ábacos de los capiteles (la parte superior del capitel) es de elaboradas palmetas, que se ven con gran profusión en la decoración de esta iglesia.


BAJO EL ALERO DEL ÁBSIDE


                                                 canecillos de la cornisa

Sustentando la cornisa, bajo el alero del ábside tenemos una colección de canecillos repletos de escenas de temática erótica de gran realismo.

En el primero por la izquierda, vemos una pareja copulando. A continuación, una escena del parto de una mujer, que se echa las manos a la cabeza suponemos en señal de dolor y el niño se agarra a los pies de su madre. El siguiente es una figura monstruosa con cuernos y en el cuarto canecillo vemos lo que podría ser  una representación arcaica del deporte de los bolos, pues vemos al personaje en actitud de lanzar una bola que tiene en su mano derecha.


                                        mujer impúdica, último canecillo

Continua la serie de canecillos, de buen tamaño y gran trabajo de cantería, con representaciones lujuriosas y pecaminosas, monstruos con las fauces abiertas, contorsionistas, espinario (hombre con las piernas cruzadas) autosatisfaciendose, carneros, mujer impúdica, hombre itifálico....



El espinario, hombre con la pierna cruzada, es la representación masculina de la lujuria en época románica


LA PORTADA




En el centro del muro sur se encuentra la portada abocinada con tejadillo propio, destaca tanto por su abundante decoración como por su tímpano y dintel. Este muro sur tiene otros dos ventanales.

La portada se compone de siete arquivoltas, en arco de medio punto, que se apoyan en tres pares de capiteles historiados( todos animalisticos) y tres pares de columnitas de fuste liso. Por fuera de la portada, un friso semicircular, adornado con palmetas, hace las veces de guardapolvos

En las enjutas del muro van encastradas seis figuras, muy deterioradas, con temas bíblicos: San Pedro con báculo y llaves, David entre los leones, figura angélica, águila con su presa, la Virgen con el niño y una representación del pecado original.


                           Detalle del tímpano y friso de leones en el arquitrabe

El tímpano y dintel de tracería son una autentica filigrana en piedra, lleno de palmetas entrelazadas, que nos recuerdan las celosías musulmanas.

TEJADILLO DE LA PORTADA


Tanto en la cornisa del tejadillo de la portada, como en la cornisa de todo el muro sur hay una rica profusíón de canecillos  historiados con impúdicas escenas.

Son 13 los canecillos historidos del tejaroz de la portada, y en las metopas (espacio entre dos canecillos) aparecen esculpidos animales copulando o afrontados, alegorías de la lujuria.


TORRE


                                                  Cara norte de la torre

A los pies del templo se levanta la Torre-Campanario, de finales del siglo XII, es de planta cuadrada y prismática, de tres cuerpos, el primero ciego, el segundo con arquería ciega, y el tercero con un par de ventanas por lado. En los arcos de los vanos ya se aprecia un ligero apuntamiento que delata que es un poco posterior a la nave y al ábside.

Entre los siglos XIII y XIV se añadieron dependencias y el baptisterio (espacio donde se encuentra la pila bautismal) en la cara norte del templo


                                         Cara norte del templo


INTERIOR DE LA IGLESIA



El ábside y el arco triunfal, que separa la única nave de la iglesia de la cabecera, son los originales románicos, pues las bóvedas de crucería con terceletes de la nave son del siglo XVI.

La mitad inferior del ábside está ocupada por diez arquillos ciegos que apean en capiteles de rica decoración, de animales afrontados o de elementos vegetales.

Sobre una imposta ajedrezada que recorre el ábside se abren tres ventanas y a partir de la segunda imposta vemos la bóveda de cascarón, o de cañón (cúpula semicircular que cubre un ábside)

                                bóveda de cañon y de horno cubren el presbiterio




Los capiteles de los arquillos ciegos, hacen fácil su contemplación pues quedan a la altura de nuestros ojos. La escultura de estos no es tan atrevida como la del exterior del edificio, predominan leones, aves, motivos vegetales y como curiosidad destacar que entre las escenas suelen aparecer cabecitas humanas.

                                         capiteles del ábside


    Este capitel es el primero por la izquierda, 
    muestra dos leones afrontados bajo los que 
    aparece una cabeza humana.



Otro, de los once capiteles del ábside, nos muestra a San Pedro con báculo y llaves, detrás aparecen dos serpientes mordiendo los pechos de una mujer, en alegoría de la lujuria, y también aquí aparecen tres cabecitas. El ábaco un poco deteriorado parece tener la misma decoración de entrelazados del resto de capiteles.


                                                   Detalle de la ventana

La mesa del altar está sustentada por cuatro capiteles, que tienen los mismos motivos que aparecen en el resto de los capiteles del ábside, animales afrontados y cabecitas.


                                       capitel del altar


                                        capitel del altar


BÓVEDAS DE LA NAVE



Bóvedas del siglo XVI, de crucería con nervadura de terceletes







OBRAS DE ARTE

La iglesia de San Pedro de Cervatos, también cuenta con obras de arte del siglo XVI y XVII  como la Inmaculada que sigue la escuela de Gregorio Fernández. Un gran lienzo de la Virgen del Rosario en el que aparecen representados los donantes del lienzo, se cree que los duques del infantado.

En la Capilla del Cristo, muro norte abierto en el siglo XVII, hay un Cristo de 1686 de Antonio de la Flor

EL MISTERIO DE LA ICONOGRAFÍA

El significado de toda esta profusión iconográfica de carácter erótico, tiene aún desconcertado a los estudiosos del tema que no se ponen de acuerdo.

Hay quien ve un alarde de libertad del artista, que por estar en un lugar apartado hace lo que quiere, pero también las grandes catedrales tienen esculturas de carácter obsceno. Otros ven intención moralizante, a través de las imágenes se le dice al pueblo lo que no deben hacer. Pero esta teoría se viene abajo, pues siendo así, suele aparecer también una figura representando el castigo (serpientes comiendo el pecho de una mujer). Pero en Cervatos se ven dos personajes copulando explícitamente.

Otros (¿y por qué no?) opinan que es una manera de incitar a la procreación, en un época de guerras y pestes.

Lo cierto es que no podemos entender con "mirada" del siglo XXI, el comportamiento sexual de la oscura Edad Media que, al parecer, se veía de forma más "normal" de lo que nosotros creemos y quizás sólo reflejaban su cotidiana vida.

(A modo de recordatorio: el casamiento en los sacerdotes se prohibió en el año 1059).



PEPITA GUTIERREZ

Es la persona que tiene las llaves del templo, siempre dispuesta a enseñar este tesoro a cuantos visitantes se acercan a Cervatos y los teléfonos para contactar con ella son : 680176678  y   942- 750224. Aunque no llaméis, ella dará con vosotros en cuanto os vea "rondar" la iglesia

NOTA: Si entras en Cantabria por carretera desde Palencia (o sales de Cantabria hacia Palencia) es imperdonable no detenerse a contemplar el espectáculo que nos ofrece esta Colegiata de San Pedro de Cervatos (salida 126 de la A-67). 




1 comentario:

  1. Acabo de volver a Madrid de un viaje por Cantabria. En el viaje de ida paramos en Cervatos y admiramos la Iglesia Colegiata. Es una joya del románico español. Allí mismo, adquirimos por 8 euros una breve, y muy interesante guía, de la Colegiata de la que es autor Manuel J. Ibáñez Ferriol, que merece ser leída, pues aporta muchas claves tanto sobre el románico en general como de la Colegiata de Cervatos en particular.

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